jueves, 15 de octubre de 2009

Los alumnos del Programa.




Ya señalamos, en la presentación de este blog, que nuestros alumnos son empleados de la administración pública; pero realmente, decir esto es decir muy poco.

Todos los que trabajamos en educación para adultos sabemos que responder ¿quiénes son tus alumnos? ¿qué alumnos tenés?, no es tarea sencilla.

Pero lo intentaremos teniendo en mente a cada uno los adultos que están y los que pasaron por nuestro Programa.

Acá van algunas particularidades que los identifican:




Encontrar un adulto como alumno implica reconocer a una persona que fuera de este ámbito puede ser: tu compañera de tareas en la escuela donde das clase en otro turno, una de las mamás de la escuela donde va tu hijo, la señora que te recibe cuando vas a hacer tal trámite, el señor que cruzas por la calle barriendo los cordones, la señora que te encontrás en la playa con los chiquitos del Mini- Hogar, el policía que a veces está en el super donde hacés las compras, la presidenta de una Junta Vecinal que sale en la TV comentando lo que sucede en su barrio ….y así podemos seguir.

Nos encontramos con adultos- alumnos- que son nuestros pares en nuestra vida cotidiana;“en el más allá del Programa”.




Nuestros alumnos son aquellos que deciden volver a estudiar, y este sí que es uno de los mayores “lujos” que tenemos: su deseo”, su interés. ¡Cómo valoramos el privilegio al acompañarlos en esta experiencia!!

Porque no es cualquier cosa volver a estudiar, porque es volver……después de qué. De experiencias a veces no muy gratas, de intentos fallidos, de años idealizando una situación, porque quedó trunca pero anhelada, siempre soñada.

Y aunque algunos digan que vienen sólo por una certificación para mejorar su condición laboral, este hecho también implica un desafío, para todos. El nuestro es acercarles las “otras cosas” que ofrece la educación: mirar con otros ojos, animarse a tener voz y confiar en lo que expresan, desnaturalizar algunas prácticas y saberes.


Y esto se logra por la calidad de los materiales – los cuadernillos- , por el intercambio entre ellos: donde pareciera que fueran tejiendo una prenda (cada cual a modo, en su talle) y en este acto el tutor va acompañando en las puntadas, desde sus intervenciones, sus preguntas, o los materiales que ofrece para complejizar y enriquecer la producción.




Son adultos que trabajan, estudian y tienen una familia. La gran diferencia con el niño y el adolescente cuando los padres les repiten: “estudiar es tu única obligación”.

Las obligaciones, las responsabilidades, se entrecruzan con el tiempo para el estudio. ¿Cómo lo viven a esto?, de manera distinta y cada uno lo va resolviendo como puede. Nosotros, desde el Programa tenemos que asegurarles y demostrarles que estamos; que no pierden el año si su hijo se enfermó y no puede asistir por 20 días, que no se perdió las explicaciones de la semana que faltó y ahora queda colgado (no es función del tutor armar clases expositivas, donde se transmitan conceptos).

En estas situaciones es donde se valora la dinámica de esta propuesta, que atiende a cada uno en particular, tanto en sus aprendizajes como en sus ritmos, cortes y avances.




Seguramente hay muchas cosas en el tintero, pero ya las iremos contando, esto va como presentación.

Próximamente subiremos trabajos que fueron haciendo durante este tiempo, así todos tendremos la oportunidad de aprender con ellos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.